Discurso de toma de Posesión del Decano
01 de Febrero.
Excelentísimas e Ilustrísimas Sras. y Sres., que para mí lo son todos ustedes,
Sr. Presidente, queridos amigos todos
En uso por vez primera de la palabra en mi condición de Decano de este Ilustre Colegio de Abogados de Zamora, que me es tan grato y querido.
Quiero manifestaros, de entrada, la enorme satisfacción y emoción –Y A LA VEZ evidente RESPONSABILIDAD- que este acto y lo que el mismo conlleva, representa tanto para mí como para quienes tenemos hoy el honor de incorporarnos a la Junta de Gobierno.
Y mal comienzo tendríamos si mis primeras palabras no fueran para agradecer, de forma sentida y de corazón, el importante trabajo, el buen hacer y la generosa entrega de su tiempo y sus conocimientos, que han hecho gala los compañeros que hoy dejan los órganos de gobierno, encabezados, como no, por mi antecesor en el cargo.
Son sin duda muchos los logros que se han hecho durante los últimos años,
Por ello, en mi propio nombre, en nombre de los compañeros que nos incorporamos a la Junta de Gobierno, y en el del colectivo que en este momento represento quiero deciros GRACIAS IGNACIO, GRACIAS JAVIER, GRACIAS Mª JESUS, GRACIAS RUFO Y GRACIAS JOSE ALFREDO.
Como sabéis, se produce una renovación importante del órgano de gobierno del Colegio de Abogados de Zamora, al que nos incorporamos cinco compañeros nuevos en estas tareas, por cuanto nunca hasta la fecha habíamos formado parte en Juntas anteriores.
Obviamente ello supondrá que va a haber una nueva visión, una nueva manera de hacer las cosas, no digo mejor, pero sí diferente.
Se abre para el Colegio una nueva etapa, en la que os aseguro que intentaré –en la medida de mi capacidad y mis posibilidades- dar cumplimiento a todos y cada uno de los compromisos adquiridos durante la reciente campaña electoral, de la que quiero recordar nuestro lema y principal objetivo, que era conseguir que todos los colegiados, del primero al último, se sintieran miembros activos y participativos del Colegio.
Tal vez sin pretenderlo ese primer objetivo ya se ha empezado a cumplir con la más que masiva participación en las elecciones colegiales, estableciendo un auténtico récord de votantes (duplicando la participación de anteriores comicios), lo que denota sin género alguno de duda tanto el interés suscitado, como la magnífica salud y talante democrático de que goza nuestra corporación.
Somos conscientes todos los elegidos de la gran responsabilidad que contraemos, pero nuestra ilusión inicial para presentarnos y para representaros, se ha visto tan enormemente reforzada por vuestro interés y apoyo que nos revitaliza para poner en práctica los objetivos que nos hemos marcado.
Y en aras de cimentar este mutuo compromiso entre Colegio–Abogados planteamos no la conveniencia, sino la necesidad de la máxima trasparencia posible –dentro de los cauces legales-, de forma que todos los colegiados que tenemos la suerte y el orgullo de pertenecer a este Ilustre Colegio, conozcamos el funcionamiento diario del Colegio, que servicios puede prestarnos y, naturalmente, como podemos colaborar en su funcionamiento.
En breve se intentará dar cumplida respuesta a las múltiples iniciativas y propuestas que se nos están planteando en cuanto a esta finalidad, entre las que sin duda estará una página web actual, vigente y viva, que sea acorde a los requerimientos que esperamos de ella.
Sabemos que nuestra profesión no puede actuar a espaldas de las nuevas tecnologías. Se puede afirmar que lo que no está en la red no está en el mundo, siendo un hecho incontestable que las posibilidades de la red son casi ilimitadas, utilicémoslas. Por ello es propósito inmediato de este Decano hacer lo posible para dotar al Colegio de una página web que se constituya en un poderoso instrumento para la actividad diaria del Abogado, para la prestación de servicios a través del Colegio –tanto a Letrados como al público en general- y, como no, para la canalización de toda clase de información que se genere en el seno de la Junta de Gobierno y del Colegio-
Y con estos objetivos, tal vez básicos pero sí realistas, comenzamos la andadura.
No dudéis, esto solo es el principio y lucharemos por alcanzar las metas más ambiciosas, pero también os digo que en esta etapa sin duda se primará por encima de todo al colegiado, a sus problemas y quehaceres diarios, buscando en todo momento el máximo rigor y la mayor transparencia en cuantas actividades tenga a bien realizar el Colegio.
Solo el transcurso del tiempo dirá que tal lo hacemos, si hemos cumplido o no vuestras expectativas, pero estad convencidos que por nuestra parte esfuerzo e ilusión por el trabajo bien hecho, no faltarán.
No quisiera concluir sin decir unas muy breves palabras a los compañeros que hoy inician su andadura profesional.
Es evidente que éste es un día importante para nosotros, yo accedo al cargo de Decano y vosotros –me permito tutearos como compañeros que somos- juráis como nuevos abogados. Pero sin duda alguna para vosotros lo es infinitamente más.
En mi caso las ocupaciones y quehaceres diarios no sufrirán un gran cambio, algo más de trabajo, alguna preocupación añadida...
Pero vosotros aceptáis una nueva profesión, apasionante, pero también tremendamente dura, que os exigirá un desvelo y una atención constante.
Me permito daros dos únicos consejos.-
- El primero es sencillo. Confiad en vuestros compañeros. De verdad, si algo he aprendido durante los más de 20 años que llevo de ejercicio profesional, es que en la gran generalidad de los casos el compañero, que evidentemente será nuestro rival y enemigo en la litis, fuera de ella es eso, un compañero, os diría más un amigo en el que podéis confiar, tratarle como igual y desde luego, pedir consejo y ayuda.
Aprovechaos que pertenecéis a un Colegio como Zamora, en el que mal o bien nos conocemos todos y no dudéis en contactar con cualquiera de nosotros.
- El segundo consejo, intentad siempre mediar más y litigar menos.
Sin duda –y máxime en estos tiempos tan difíciles que en que os ha tocado comenzar- la primera misión de todo abogado debe ser intentar un acuerdo, allanar las asperezas de forma que sea posible dirimir el conflicto de forma pacífica. Todas las energías que empleéis en ese fin serán bien utilizadas. - Y os daré un consejo más –no hay dos sin tres-. Preparaos, estudiad, sed honestos (con vosotros y con vuestros clientes), intentad en cada asunto ser superiores en conocimientos y calidad. Serán muchas las ocasiones –pronto lo comprobaréis- que la solución a un problema estaba ahí, escondida, y sólo aparece tras muchas horas de estudio, cuando todo parecía perdido.
Nunca olvidéis la importancia de ser excelentes en vuestro trabajo.
Muchas gracias.
